Compositor: Charles Gounod
Género: Grand opéra en cinco actos
Inspirada libremente en la primera parte del Fausto de Goethe, esta ópera nos muestra al anciano doctor Fausto, decepcionado de la vida, que invoca al diablo en busca de juventud y placer. Mefistófeles, demonio cínico y seductor, le concede ese deseo a cambio de su alma.
Renovado en cuerpo, Fausto se enamora de la inocente Margarita. Con la ayuda del demonio, la seduce, la deja embarazada y la abandona. El hermano de Margarita, Valentín, muere en un duelo con Fausto maldiciendo a su hermana con su último aliento. Margarita, enloquecida por el dolor y la culpa, mata a su hijo y es condenada a muerte.
En la prisión, Fausto y Mefistófeles intentan salvarla, pero Margarita rechaza huir con ellos, se encomienda a Dios… y es redimida. Mientras Fausto se retira arrastrando su condena, una voz celestial anuncia el perdón de la joven.
Vi esta obra el 21 de marzo de 2025 en el Teatro Colón. La puesta en escena fue muy peculiar: un anillo gigante dominaba el escenario, subía y bajaba, giraba como un símbolo abstracto del tiempo, del destino, del pacto, o quizás del alma atrapada en el eterno ciclo del deseo y la culpa.
La ópera es intensa y profundamente filosófica. El personaje de Mefistófeles es de una seducción magnética, y domina la escena como si fuera el director de una obra macabra. Fausto, por su parte, refleja el drama de quien, al querer vivir más, termina traicionando lo más valioso que tenía: su alma y su humanidad.
La historia de Margarita, tan trágica y pura a la vez, me conmovió profundamente. El contraste entre el poder demoníaco y la redención espiritual se hizo presente en cada nota.
Excelente